Cuatro Plumas

caminata (segunda parte)

Hace un rato reía junto a un par de hojas garabateadas, hace un par de minutos era omnipotente y omniciente, hace tan solo unos segundos maneja el mundo y él jamás me gobernaría; hace unos minutos atrás me burlaba de todo y de todos, era mejor que todos y a la vez era parte de todos... eso era hace un par de minutos, pero ahora caminaba bajo la lluvia, caminaba con ella y no era más que un idota enamorado, caminaba intentando no tropezar, no tartamudear, no besarla ni desear hacerlo, caminaba y hablaba, hablaba de cualquier cosa y pensaba en lo maravillosa que es, redescubría cuantas cosas buenas pueden brotar de un hombre cuando encuentra al ser preciso, soñaba despierto con encontrar sus manos al caminar... y escondiendo todo esto no salían mas que palabras banas de entre mis labios, por no pronunciar un te quiero, terminé hablando del clima, del valor de cobre y del pan tostado, por no decir que tan feliz me hacía caminar junto a ella, terminé diciendo que quería una corbata.

Camino como tantas veces lo hice ayer, sin más compañía que la noche y decenas de personas que no fueron más que el ruido de fondo que acompañó un devenir por miles de ideas cuyo único fin valedero era ella; camino como cada una de esas veces, pero esta vez es a su lado, y esta vez es la única que pretendo recordar, y esta vez hace que tenga sentido cada segundo de mi vida... esta vez no hay un lugar al cual quiera llegar, pues cada paso es único y cada segundo es en si mismo, un milagro y un trozo de magia... magia? Santo Dios! también me estoy poniendo cursi!!

Camino sin saber si llevar las manos en mis bolsillos o balancearlas junto a mi cuerpo, camino pensando que si las cortase, no querrían rosar su cara ni sus hombros; camino pensando que de alguna forma debo ahogar este sentimiento inútil que jamás será correspondido, pensando que aún así algún día deberé contarle, que aunque jamás malentendí ningún gesto, nisiquiera una palabra, aún así siento estarle mintiendo al ocultar todo esto...

Camino temblando y no es por frío, sino por la cercanía de su cuerpo, es su cara cubierta por la lluvia, su pelo jugueteando con el viento, sus ojos sonriendo y sus labios contándome alguna anéctoda de tiempos pasados que no hace mas que ratificar en mi lo hermosa que es su tierna compañía. Camino intentando atesorar cada uno de estos segundos, camino agradeciendo a la vida por este momento, camino deseando que este paso sea eterno y a la vez añorando aquel mañana que nunca llegará... camino y razono, y sé que esta caminata no es más que un vistazo al cielo, no es más que un sueño del cual debo pronto despertar... por ella...

Camino sin saber si la música que escucho a lo lejos existe realmente o de alguna forma algo en mi la crea por el sencillo hecho de que es perfecta su compañía, camino perdido en mil preguntas, en mil te quiero... y sigo balbuceando tonterías, en este instante soy el más idiota de los hombres, pero tal vez sea también uno de los más felices... si tan solo algunas cosas fuesen distintas, si no fueses quien eres, pero siguieras siendo tal cual eres...

publicado por david @ 11:55 p. m.